El Punto de Apoyo
Con frecuencia nos sentimos avergonzados después de expresar algo, ya sea una idea, un chiste, o cualquier sentimiento. Esto se manifiesta al notar que te miran como si hubieses perdido la cabeza, lo cual no implica necesariamente que nuestro chiste sea malo, o hayamos propuesto una locura (algo que ocurre con bastante frecuencia); pudiendo deberse al factor que nos ocupa explicar.
El punto de apoyo es la capacidad de un individuo para conseguir complicidad y/o seguimiento, ya sea en un momento preciso o permanentemente, en las personas de su alrededor.
El primer caso explica que haya días en los que todo lo que proponemos sea aceptado, e incluso anhelen que seamos nosotros quienes decidamos qué hacer, de qué hablar, etc.; incluso cuando estamos en un grupo extraño, tras ganarnos su simpatía, podríamos hacer el peor chiste que se nos ocurriese que como mínimo conseguirá una sonrisa (siempre que no ofenda). Por el contrario, habrá otros momentos en los que creeremos que han hecho un pacto para contrariar todos nuestros gustos, acciones e ideas; hasta el punto de tener que callarnos para esperar que pase un rato, acabe ese "complot" y poder continuar como miembro igualitario del grupo.
No obstante, hay personas que tienen un cierto poder sobre uno o más grupos concretos, poseyendo un apoyo permanente, por lo que son capaces de manipularlos a placer, sin embargo hay otras que provocan las risas y burlas de los mismos, teniendo que limitarse a ser un seguidor.
Ejemplo de ello se podría explicar el comienzo de esa expansión de elásticos en la pata del pantalón, a modo de imitación de estilo bombacho que utilizan los denominados "coyos" (coyas para el femenino en determinados lugares): Como es probable, esto no se les ocurrió a cientos o miles de personas a la vez, alguien tuvo la primera idea, y lógicamente se trataba de algún sujeto capaz de conseguir apoyo y convencer a su grupo de que esa idea era buena. Si de repente hubiera aparecido el "pringao" del grupo con el pantalón recogido posiblemente se habría llevado la colleja a la que acostumbra.
Esto se debe a un factor "psicoempático" que surge entre personas relacionadas, favoreciendo o perjudicando a uno o más individuos mediante una especie de complot no establecido.
El punto de apoyo es la capacidad de un individuo para conseguir complicidad y/o seguimiento, ya sea en un momento preciso o permanentemente, en las personas de su alrededor.
El primer caso explica que haya días en los que todo lo que proponemos sea aceptado, e incluso anhelen que seamos nosotros quienes decidamos qué hacer, de qué hablar, etc.; incluso cuando estamos en un grupo extraño, tras ganarnos su simpatía, podríamos hacer el peor chiste que se nos ocurriese que como mínimo conseguirá una sonrisa (siempre que no ofenda). Por el contrario, habrá otros momentos en los que creeremos que han hecho un pacto para contrariar todos nuestros gustos, acciones e ideas; hasta el punto de tener que callarnos para esperar que pase un rato, acabe ese "complot" y poder continuar como miembro igualitario del grupo.
No obstante, hay personas que tienen un cierto poder sobre uno o más grupos concretos, poseyendo un apoyo permanente, por lo que son capaces de manipularlos a placer, sin embargo hay otras que provocan las risas y burlas de los mismos, teniendo que limitarse a ser un seguidor.
Ejemplo de ello se podría explicar el comienzo de esa expansión de elásticos en la pata del pantalón, a modo de imitación de estilo bombacho que utilizan los denominados "coyos" (coyas para el femenino en determinados lugares): Como es probable, esto no se les ocurrió a cientos o miles de personas a la vez, alguien tuvo la primera idea, y lógicamente se trataba de algún sujeto capaz de conseguir apoyo y convencer a su grupo de que esa idea era buena. Si de repente hubiera aparecido el "pringao" del grupo con el pantalón recogido posiblemente se habría llevado la colleja a la que acostumbra.
Esto se debe a un factor "psicoempático" que surge entre personas relacionadas, favoreciendo o perjudicando a uno o más individuos mediante una especie de complot no establecido.
Perspectivas
En la vida se nos presentan multitud de situaciones en las que nos vemos obligados a tomar decisiones, consciente o inconscientemente. Sin embargo, no todos quedamos igualmente satisfechos o tenemos la misma visión con respecto a una misma cosa. Hay tres posturas que todos somos capaces de reconocer, las cuales merecen que nos detengamos un segundo a analizar ya que conllevan una influencia en el resultado, y la moral con la que aceptamos dichos sucesos. Así podremos reflexionar acerca de la perspectiva que queremos tomar ante la próxima situación.
La primera actitud a describir es la optimista, que se caracteriza por tener una visión de futuro positiva, es decir, se va a ver todo de color de rosa, propiciando que el sujeto haga las cosas con un mayor entusiasmo y se mantenga con ganas de emprender. No obstante una vez que dichos sucesos han finalizado, suele invadirle una gran insatisfacción debido a que las cosas nunca salen como se quiere y éste espera más de ellas; y si salen realmente mal, la decaída es mucho peor. Después de ello le resulta relativamente fácil cambiar de objetivo y/o volver a ilusionarse.
La actitud pesimista, viene a ser exactamente lo contrario a la anterior, la persona piensa que las cosas no van a salir bien, y expresa frases distinguidas como: "haré lo que pueda pero..." "se que va a salir mal" etc., normalmente acompañadas de poca vitalidad o cierta frustración adelantada. Pero una vez pasado el acontecimiento, como mínimo no les va a sorprender si sale mal, pero normalmente va a conllevar que disfrute más de las alegrías y se ilusione con cualquier pequeña cosa que no esperaba; lógicamente hasta que le ocupe otro problema.
En cuanto a la realista, va a lograr un mayor control sobre la vida del individuo, ya que jugará con todas las probabilidades y posibilidades de cualquier futuro suceso, limitándose a verlo con imparcialidad. Ocurrida la situación, simplemente la aceptará, y la emoción o desilusión apenas van a ser notables, siendo ese el mayor problema de esta actitud, apenas es impresionable. Sin embargo a la hora de emprender algo, lo hará con un mayor orden y no se dejará llevar por los primeros impulsos.
Aunque normalmente se etiqueta optimista, pesimista o realista a un sujeto, es conveniente hablar de actitud, ya que dicho individuo puede tener una u otra dependiendo de un problema concreto. Además su perspectiva general puede cambiar a lo largo de su vida según el resultado de los hecho pasados.
Nota: El que las cosas malas tengan un lado positivo no es más que una utopía, sólo se inclina hacia lo menos negativo dentro del desastre. Nos auto engañamos al afirmar que las cosas son mejor así.
La primera actitud a describir es la optimista, que se caracteriza por tener una visión de futuro positiva, es decir, se va a ver todo de color de rosa, propiciando que el sujeto haga las cosas con un mayor entusiasmo y se mantenga con ganas de emprender. No obstante una vez que dichos sucesos han finalizado, suele invadirle una gran insatisfacción debido a que las cosas nunca salen como se quiere y éste espera más de ellas; y si salen realmente mal, la decaída es mucho peor. Después de ello le resulta relativamente fácil cambiar de objetivo y/o volver a ilusionarse.
La actitud pesimista, viene a ser exactamente lo contrario a la anterior, la persona piensa que las cosas no van a salir bien, y expresa frases distinguidas como: "haré lo que pueda pero..." "se que va a salir mal" etc., normalmente acompañadas de poca vitalidad o cierta frustración adelantada. Pero una vez pasado el acontecimiento, como mínimo no les va a sorprender si sale mal, pero normalmente va a conllevar que disfrute más de las alegrías y se ilusione con cualquier pequeña cosa que no esperaba; lógicamente hasta que le ocupe otro problema.
En cuanto a la realista, va a lograr un mayor control sobre la vida del individuo, ya que jugará con todas las probabilidades y posibilidades de cualquier futuro suceso, limitándose a verlo con imparcialidad. Ocurrida la situación, simplemente la aceptará, y la emoción o desilusión apenas van a ser notables, siendo ese el mayor problema de esta actitud, apenas es impresionable. Sin embargo a la hora de emprender algo, lo hará con un mayor orden y no se dejará llevar por los primeros impulsos.
Aunque normalmente se etiqueta optimista, pesimista o realista a un sujeto, es conveniente hablar de actitud, ya que dicho individuo puede tener una u otra dependiendo de un problema concreto. Además su perspectiva general puede cambiar a lo largo de su vida según el resultado de los hecho pasados.
Nota: El que las cosas malas tengan un lado positivo no es más que una utopía, sólo se inclina hacia lo menos negativo dentro del desastre. Nos auto engañamos al afirmar que las cosas son mejor así.
Cosas Que No Comprendo...
1- La gente que cuando sale de un coche le da un golpecito en señal de Puedes irte.
2- Cuando aprietas en el botón de un ascensor y alguien que va detrás de ti lo aprieta de nuevo.
3- Cuando cierras la puerta con llave (a cal y canto) y compruebas si se te quedó abierta.
4- Las personas que van a la universidad, instituto, colegio; pero sobre todo, a la biblioteca, en tacones (o vestidos para una boda).
5- Donde está agarrado el columpio de Heidi.
6- La gente que al meterse el móvil en el bolsillo le da dos golpecitos desde fuera, como si le dijeran: Tranquilo, ya estás a salvo.
7- Cuando cruzas un paso de peatón, y el conductor que te da paso te hace muchas señas, tu interpretas que te está metiendo prisa, al no poder verle la cara por el reflejo del sol en el parabrisas; pero insiste y decides seguir de largo. Luego pasan los días y un amigo te llama diciéndote antipático porque te saludó desde el coche y lo ignoraste.
8- Que Beyoncé tenga dos bailes: el bueno y el hortera.
9- Cuando acabas de subir a una guagua y el chófer arranca antes de que de tiempo a sentarse.
10- La gente que da soluciones a problemas ya solucionados con un irritante hubieras hecho...
11- En las películas americanas, cuando el malo está a punto de matar al bueno, pero le suelta un discurso que le da el tiempo suficiente a la policía para llegar.
12- Cuando es el bueno quien controla la situación y la policía llega a última hora.
13- Que los americanos no utilicen las llaves del coche, ya que siempre que salen lo dejan abierto.
14- El hecho de que las puertas de la calle en las teleseries siempre estén abiertas, y pueda entrar y salir quien quiera.
15- La gente que considera el paso de peatón un campo de fuerza, y cuando ven que su semáforo está en verde se activa ese campo. Cruzan sin mirar y aunque sea evidente que el tráfico es horrible, dicen un curioso Ellos paran.
16- Como es que el pez de Pinocho, con todo lo que pasó en la película, nunca se saliera de la pecera.
17- El gato que está triste...¿y azul?
18- La única e inigualable pregunta inútil en toda película: ¿Estás bien?
19- Que el campo de fútbol en Oliver & Benji sea una semicircunferencia.
20- Cuando nos rascamos el ojo y abrimos la boca.
2- Cuando aprietas en el botón de un ascensor y alguien que va detrás de ti lo aprieta de nuevo.
3- Cuando cierras la puerta con llave (a cal y canto) y compruebas si se te quedó abierta.
4- Las personas que van a la universidad, instituto, colegio; pero sobre todo, a la biblioteca, en tacones (o vestidos para una boda).
5- Donde está agarrado el columpio de Heidi.
6- La gente que al meterse el móvil en el bolsillo le da dos golpecitos desde fuera, como si le dijeran: Tranquilo, ya estás a salvo.
7- Cuando cruzas un paso de peatón, y el conductor que te da paso te hace muchas señas, tu interpretas que te está metiendo prisa, al no poder verle la cara por el reflejo del sol en el parabrisas; pero insiste y decides seguir de largo. Luego pasan los días y un amigo te llama diciéndote antipático porque te saludó desde el coche y lo ignoraste.
8- Que Beyoncé tenga dos bailes: el bueno y el hortera.
9- Cuando acabas de subir a una guagua y el chófer arranca antes de que de tiempo a sentarse.
10- La gente que da soluciones a problemas ya solucionados con un irritante hubieras hecho...
11- En las películas americanas, cuando el malo está a punto de matar al bueno, pero le suelta un discurso que le da el tiempo suficiente a la policía para llegar.
12- Cuando es el bueno quien controla la situación y la policía llega a última hora.
13- Que los americanos no utilicen las llaves del coche, ya que siempre que salen lo dejan abierto.
14- El hecho de que las puertas de la calle en las teleseries siempre estén abiertas, y pueda entrar y salir quien quiera.
15- La gente que considera el paso de peatón un campo de fuerza, y cuando ven que su semáforo está en verde se activa ese campo. Cruzan sin mirar y aunque sea evidente que el tráfico es horrible, dicen un curioso Ellos paran.
16- Como es que el pez de Pinocho, con todo lo que pasó en la película, nunca se saliera de la pecera.
17- El gato que está triste...¿y azul?
18- La única e inigualable pregunta inútil en toda película: ¿Estás bien?
19- Que el campo de fútbol en Oliver & Benji sea una semicircunferencia.
20- Cuando nos rascamos el ojo y abrimos la boca.
Fábula Del Gorrión
Tras contarla en una ocasión en un viaje a Madrid del que quizá hablaremos en el futuro, y ser ignorada debido a que yo no contaba con el famosillo "Punto de apoyo" (ver próximas entradas), quiero darle otra oportunidad, después de este párrafo de publicidad, a esta fábula que de alguna forma me ha hecho pensar.
Un 23 de junio, en pleno comienzo del verano, salió del cascarón un pequeño gorrión; el polluelo era tardío y sus cuatro hermanos ya habían empezado a ganar peso, por lo que le resultó muy laborioso no morir de hambre.
Tres semanas más tarde, ya emplumado pero incapaz de volar, veía como sus hermanos salían tras sus padres del nido en busca de alimento, y lo empezó a invadir cierta inquietud hasta que una tarde, prematuramente, dio el salto que lo impulsaría a ver las vistas más bellas de una hermosa colina de pastos al más puro estilo "Heidi".
Sin embargo, pronto empezó a sentir el cansancio y, lejos de la vista de sus padres, cayó al frío suelo del campo; estaba a punto de morir congelado, cuando una vaca que pastaba por allí sin percatarse de su presencia defecó encima del animalito; apenas se podía mover pero las heces lo mantuvieron calentito por la noche. A la mañana siguiente, un gato curioso notó un movimiento en ese pastuño, y con la pezuña lo sacó. Cuando se dio cuenta de que era un pajarito, y tras varios meneos, se lo comió.
Este pequeño relato, esconde en el fondo un planteamiento (aparte de que hay que pensárselo muy bien cuando pretendamos independizarnos), que debemos conocer bien a las personas, antes de prejuzgar quien es nuestro amigo y quien no, en quien podemos confiar y quien puede tener intereses ocultos. Para que lo vean más claro, la moraleja de esta fábula es: No todo el que se caga en ti es tu enemigo, ni el que te saca de la mierda tu amigo...
Un 23 de junio, en pleno comienzo del verano, salió del cascarón un pequeño gorrión; el polluelo era tardío y sus cuatro hermanos ya habían empezado a ganar peso, por lo que le resultó muy laborioso no morir de hambre.
Tres semanas más tarde, ya emplumado pero incapaz de volar, veía como sus hermanos salían tras sus padres del nido en busca de alimento, y lo empezó a invadir cierta inquietud hasta que una tarde, prematuramente, dio el salto que lo impulsaría a ver las vistas más bellas de una hermosa colina de pastos al más puro estilo "Heidi".
Sin embargo, pronto empezó a sentir el cansancio y, lejos de la vista de sus padres, cayó al frío suelo del campo; estaba a punto de morir congelado, cuando una vaca que pastaba por allí sin percatarse de su presencia defecó encima del animalito; apenas se podía mover pero las heces lo mantuvieron calentito por la noche. A la mañana siguiente, un gato curioso notó un movimiento en ese pastuño, y con la pezuña lo sacó. Cuando se dio cuenta de que era un pajarito, y tras varios meneos, se lo comió.
Este pequeño relato, esconde en el fondo un planteamiento (aparte de que hay que pensárselo muy bien cuando pretendamos independizarnos), que debemos conocer bien a las personas, antes de prejuzgar quien es nuestro amigo y quien no, en quien podemos confiar y quien puede tener intereses ocultos. Para que lo vean más claro, la moraleja de esta fábula es: No todo el que se caga en ti es tu enemigo, ni el que te saca de la mierda tu amigo...
¿Lo Quieres Más Claro?
Hace tiempo, una persona más lista que yo me contó esta pequeña pero ilustradora "fábula":
Un vividor estaba cansado de las fiestas, de la vida cómoda, y decidió sentar la cabeza. Como había estado con muchísimas mujeres (y de todo tipo) decidió ir al pueblo más recóndito que vio posible. Allí conoció a una inocente mujer de la que se enamoró. Ella le correspondió del mismo modo. Se prometieron.
Antes de llegar la boda, ella no paraba de decirle "Qué ganas tengo de probar tu pirulí", una y otra vez; cada día. Él no podía evitar sentirse superior, ya que llamaba a su protuberancia "pirulí" y eso le resultaba infantil a la par que entrañable.
Llegó la boda... y con ello la noche de bodas. En esa magnífica velada, el hombre no pudo evitar ejercer de profesor y se sacó lo que tenía entre las piernas... Le dijo muy seriamente: Mira cielo, esto que tengo aquí no es un "pirulí", es una "polla"; se dice "polla".
Ella le contestó: No. Eso es un "pirulí". Polla es lo que tiene mi primo Ernesto.
La moraleja es bastante clara, doy por sentado que no requiere explicación.
Un vividor estaba cansado de las fiestas, de la vida cómoda, y decidió sentar la cabeza. Como había estado con muchísimas mujeres (y de todo tipo) decidió ir al pueblo más recóndito que vio posible. Allí conoció a una inocente mujer de la que se enamoró. Ella le correspondió del mismo modo. Se prometieron.
Antes de llegar la boda, ella no paraba de decirle "Qué ganas tengo de probar tu pirulí", una y otra vez; cada día. Él no podía evitar sentirse superior, ya que llamaba a su protuberancia "pirulí" y eso le resultaba infantil a la par que entrañable.
Llegó la boda... y con ello la noche de bodas. En esa magnífica velada, el hombre no pudo evitar ejercer de profesor y se sacó lo que tenía entre las piernas... Le dijo muy seriamente: Mira cielo, esto que tengo aquí no es un "pirulí", es una "polla"; se dice "polla".
Ella le contestó: No. Eso es un "pirulí". Polla es lo que tiene mi primo Ernesto.
La moraleja es bastante clara, doy por sentado que no requiere explicación.
¿Es necesaria la injusticia?
Extrañamente en los últimos días he oído hablar de crisis (ironía), y en uno de esos "va y ven" de la mente sobre estos temas recordé los típicos documentales, charlas solidarias de instituto, manifestaciones, etc. que he captado a lo largo de mi vida acerca de la pobreza en el "tercer mundo". A nadie queda de lejos escuchar sobre las familias de África y Asia que necesitan prácticamente de todo: alimentos, medicinas, juguetes, escuelas, agua, y una infinidad de cosas que nos causan indignación. Sin embargo pretendo centrarme concretamente, debido a la hipocresía que encierra, en el siguiente caso:
Muchas veces hemos visto información sobre la explotación laboral que llevan a cabo determinadas empresas (marcas) en países subdesarrollados. Tailandia, Taiwan, Vietnam, Camboya, Bulgaria, Indonesia, China; son sólo algunos de los países donde existen fábricas de conocidas multinacionales que llenan sus bolsillos gracias a la subcontratación. Estas empresas son especialmente textiles y agrarias (sí, a todos nos viene a la cabeza NIKE y COLACAO, pero hay muchas más), las cuales van a aprovechar la extrema pobreza de las familias más necesitadas para contratar a niños y adultos por un pequeño incentivo que oscila entre el mantenimiento (una ración de agua y comida) hasta 1€ por día de trabajo, siendo esto último lo más generoso.
Ahora bien, si echamos cálculos, para que esos trabajadores cobraran un sueldo que nosotros reconsideráramos decente (y sin tener en cuenta horas y condiciones de trabajo), los responsables de dichas empresas deberían pagar a cada uno de ellos un sueldo 30 veces superior a lo que les pagan actualmente. De ser así, a todos nos parecería la vida un poco más justa, hasta que vayamos a nuestra tienda habitual y veamos los precios, y es que aún contando con la poco probable generosidad de los empresarios (si suponemos que rebajan sus ganancias) es inevitable pensar que la gente no estaría dispuesta a pagar 200 € por unos zapatos que normalmente cuestan 80€, y sobre los que sueltan un "ños, ¿qué tienen?, ¿música?" (un poco canario, lo sé). Es decir, si una empresa fuera justa, nosotros tendríamos que pagar unos precios que nos parecerían desorbitados, pondríamos verdes a las empresas y para colmo no compraríamos igual; por lo que cada una de ellas caería, y parte de la economía también.
La conclusión a la que pretendo llegar es que: quien se sienta realmente mal por la explotación, después de comprar, puede coger una cantidad que precise (alrededor el valor total del producto) y enviarlo a alguna familia explotada de esos países (no es más que una sugerencia cualquiera); y los que no van a hacer esto, al igual que yo, miren la etiqueta de su camiseta y pregúntense lo siguiente: ¿Nos resulta necesario para mantener el nivel de vida que llevamos, tener "esclavos"?...
Muchas veces hemos visto información sobre la explotación laboral que llevan a cabo determinadas empresas (marcas) en países subdesarrollados. Tailandia, Taiwan, Vietnam, Camboya, Bulgaria, Indonesia, China; son sólo algunos de los países donde existen fábricas de conocidas multinacionales que llenan sus bolsillos gracias a la subcontratación. Estas empresas son especialmente textiles y agrarias (sí, a todos nos viene a la cabeza NIKE y COLACAO, pero hay muchas más), las cuales van a aprovechar la extrema pobreza de las familias más necesitadas para contratar a niños y adultos por un pequeño incentivo que oscila entre el mantenimiento (una ración de agua y comida) hasta 1€ por día de trabajo, siendo esto último lo más generoso.
Ahora bien, si echamos cálculos, para que esos trabajadores cobraran un sueldo que nosotros reconsideráramos decente (y sin tener en cuenta horas y condiciones de trabajo), los responsables de dichas empresas deberían pagar a cada uno de ellos un sueldo 30 veces superior a lo que les pagan actualmente. De ser así, a todos nos parecería la vida un poco más justa, hasta que vayamos a nuestra tienda habitual y veamos los precios, y es que aún contando con la poco probable generosidad de los empresarios (si suponemos que rebajan sus ganancias) es inevitable pensar que la gente no estaría dispuesta a pagar 200 € por unos zapatos que normalmente cuestan 80€, y sobre los que sueltan un "ños, ¿qué tienen?, ¿música?" (un poco canario, lo sé). Es decir, si una empresa fuera justa, nosotros tendríamos que pagar unos precios que nos parecerían desorbitados, pondríamos verdes a las empresas y para colmo no compraríamos igual; por lo que cada una de ellas caería, y parte de la economía también.
La conclusión a la que pretendo llegar es que: quien se sienta realmente mal por la explotación, después de comprar, puede coger una cantidad que precise (alrededor el valor total del producto) y enviarlo a alguna familia explotada de esos países (no es más que una sugerencia cualquiera); y los que no van a hacer esto, al igual que yo, miren la etiqueta de su camiseta y pregúntense lo siguiente: ¿Nos resulta necesario para mantener el nivel de vida que llevamos, tener "esclavos"?...
El Efecto Show De Truman
Seguro que has visto (o al menos te sonará) El Show De Truman, esa gran película protagonizada por Jim Carrey que cuenta la asombrosa historia de un hombre cuya vida es un programa de TV desde que nació, pero que él es el único que lo desconoce. Pues bien, esa historia sacó a relucir un efecto en el quehacer diario. Probablemente fruto de la paranoia o el narcisismo. A este efecto he decidido bautizarlo como: El Efecto Show De Truman.
Aunque existen muchos casos que lo demuestran, intentaré explicarlo con tres sencillos ejemplos.
(Antes de comenzar con un caso hipotético, colócate en un estado de ánimo relativamente concreto)
Me explico:
Caso Hipotético 1) Imagina que vas en un coche, escuchando tranquilamente la radio y suena una canción que acapara tu atención. La letra que se oye parece estar refiriéndose a ti y de lo que te pasa, es más; parece que te está hablando directamente. Y si no es así, inevitablemente buscas excusas en tu propio pensamiento para que hable de ti, adaptándola a lo que sientes y padeces (ojo: por lo general la canción debe agradar).
Caso Hipotético 2) Imagina que estás viendo una película en el ámbito y circunstancia que guste, y ves que tanto el personaje como la trama, tanto si se desarrolla en el campo como en el espacio exterior; tienen un trasfondo que habla de lo que te sucede, sea bueno o malo.
Caso Hipotético 3) Suele ser el más usual, porque es intencionado: Lo que leemos. Pero no solo en libros, sino en carteles publicitarios, revistas, internet, etc.
Caminas por la calle, con un estado de ánimo (a gusto del consumidor) y divisas una valla publicitaria con una frase (llamémosla X) y tú crees que hace referencia a ti; solo falta señalarte el pecho con duda, pronunciar un improductivo "¿yo?" y mirar hacia atrás, para asegurarte de que "habla" contigo.
Cabría comentar una situación similar, que podría tener algo que ver, es decir:
Un Caso Hipotético Alternativo: Caminas por la calle, escuchando música con los cascos puestos. Al rato te das cuenta de que vas andando al ritmo de la música, miras hacia atrás a cámara lenta como si observases el "final de todo mundo conocido", y pones un gesto profundo con la cara... convitiéndote en el protagonista de un video-clip.
Recalco que esto no es más que situaciones que podrían darse alguna que otra vez, y repito que esto probablemente sea fruto de mi paranoia o mi supuestos ataques de egocentrismo. Pero no creo ser el único que se haya dado cuenta.
Esto es, grosso modo; El Efecto Show De Truman, los que han visto la película lo entenderán mejor, e incluso; podrán aportar algo más. Y para el que no la haya visto... la recomiendo.
Aunque existen muchos casos que lo demuestran, intentaré explicarlo con tres sencillos ejemplos.
(Antes de comenzar con un caso hipotético, colócate en un estado de ánimo relativamente concreto)
Me explico:
Caso Hipotético 1) Imagina que vas en un coche, escuchando tranquilamente la radio y suena una canción que acapara tu atención. La letra que se oye parece estar refiriéndose a ti y de lo que te pasa, es más; parece que te está hablando directamente. Y si no es así, inevitablemente buscas excusas en tu propio pensamiento para que hable de ti, adaptándola a lo que sientes y padeces (ojo: por lo general la canción debe agradar).
Caso Hipotético 2) Imagina que estás viendo una película en el ámbito y circunstancia que guste, y ves que tanto el personaje como la trama, tanto si se desarrolla en el campo como en el espacio exterior; tienen un trasfondo que habla de lo que te sucede, sea bueno o malo.
Caso Hipotético 3) Suele ser el más usual, porque es intencionado: Lo que leemos. Pero no solo en libros, sino en carteles publicitarios, revistas, internet, etc.
Caminas por la calle, con un estado de ánimo (a gusto del consumidor) y divisas una valla publicitaria con una frase (llamémosla X) y tú crees que hace referencia a ti; solo falta señalarte el pecho con duda, pronunciar un improductivo "¿yo?" y mirar hacia atrás, para asegurarte de que "habla" contigo.
Cabría comentar una situación similar, que podría tener algo que ver, es decir:
Un Caso Hipotético Alternativo: Caminas por la calle, escuchando música con los cascos puestos. Al rato te das cuenta de que vas andando al ritmo de la música, miras hacia atrás a cámara lenta como si observases el "final de todo mundo conocido", y pones un gesto profundo con la cara... convitiéndote en el protagonista de un video-clip.
Recalco que esto no es más que situaciones que podrían darse alguna que otra vez, y repito que esto probablemente sea fruto de mi paranoia o mi supuestos ataques de egocentrismo. Pero no creo ser el único que se haya dado cuenta.
Esto es, grosso modo; El Efecto Show De Truman, los que han visto la película lo entenderán mejor, e incluso; podrán aportar algo más. Y para el que no la haya visto... la recomiendo.
Síndrome de La Leona
Esta entrada de raro y basto título, es una peculiaridad sobre el comportamiento femenino en determinado momento, el cuál se asemeja, o más bien asemejo al de la hembra alfa de cualquier manada de lobos. Por supuesto os preguntareis: ¿Qué pinta una leona en todo esto? Pues bien, la respuesta es nada, simplemente he querido dejar el título de la teoría en sus inicios. Aclarado esto, comienzo a explicar en qué consiste este comportamiento, que aún hoy, sigo sin comprender del todo:
En una manada de Canis lupus, la loba alfa, según su estructura social, es la única con derecho a reproducirse, y principalmente lo hará con el macho alfa. Sin embargo, es frecuente que otro macho más vigoroso, termine convirtiéndose en macho alfa, el cual será el compañero de dicha hembra, o simplemente ésta elige otra pareja. Lo que ocurre es que el resto de hembras siguen teniendo "prohibido" el contacto con el antiguo líder.
En nuestra especie ocurre prácticamente igual, y a pesar de que es muy difícil darse cuenta cuando se padece este síndrome, con un poco de atención es frecuente reconocerlo en otras personas. Una determinada fémina, después de dejar a su pareja o acabar una relación (de cualquier tipo más allá de la amistad) de mutuo acuerdo por falta de afecto, amor, atracción, interés, etc.; va a controlar el entorno de su anterior compañero, incluso habiendo establecido ésta otra relación, por lo que va a adoptar un comportamiento basado en tres fases:
La primera, y muy importante, consistirá en observar en qué sujetos del sexo opuesto se refugia su ex-amante, o bien quienes aprovecharán la situación para intimar rápidamente con éste. Dependiendo el grado hasta el que llegue la obsesión en esta fase, se acentuarán en mayor o menor medida las fases siguientes.
Pasada la primera, ya localizados los objetivos, comienza la segunda etapa; basada principalmente en la búsqueda de atributos negativos en dichas féminas, basándose en cualquier mínimo indicio no contrastado. Es frecuente escuchar palabras tan dulces como: Putas, golfas, guarras...
Por último, tenemos una fase en la que la lupus alfa, después de desesperados intentos de hundir a sus "rivales" (a ser posible dentro de su círculo social, donde se sentirá protegida), deberá resignarse a dejar escapar, del todo, a su antiguo compañero, posiblemente debido al inicio de una relación especial entre el macho alfa y alguna de sus enemigas. Ésto distinguirá este síndrome de la famosa actitud que caracteriza una frase muy conocida: "Eres como el perro del Hortelano".
Nota: No confundir este comportamiento, con el que adopta la hembra cuando hay o sigue habiendo un lazo afectivo entre ella y el macho alfa, lo cual se consideraría una relación interespecífica normal entre individuos, la competencia.
Nota: Este síndrome es también reconocible en algunos sujetos del sexo masculino, no obstante, por alguna razón desconocida, se aprecia en un 73% más en las mujeres que en los hombres. Estos datos no han sido del todo comprobados científicamente.
El fin de este artículo no es dañar la sensibilidad de la mujer, y por tanto el autor no se hace responsable en caso de que algún lector se pudiera sentir ofendido.
En una manada de Canis lupus, la loba alfa, según su estructura social, es la única con derecho a reproducirse, y principalmente lo hará con el macho alfa. Sin embargo, es frecuente que otro macho más vigoroso, termine convirtiéndose en macho alfa, el cual será el compañero de dicha hembra, o simplemente ésta elige otra pareja. Lo que ocurre es que el resto de hembras siguen teniendo "prohibido" el contacto con el antiguo líder.
En nuestra especie ocurre prácticamente igual, y a pesar de que es muy difícil darse cuenta cuando se padece este síndrome, con un poco de atención es frecuente reconocerlo en otras personas. Una determinada fémina, después de dejar a su pareja o acabar una relación (de cualquier tipo más allá de la amistad) de mutuo acuerdo por falta de afecto, amor, atracción, interés, etc.; va a controlar el entorno de su anterior compañero, incluso habiendo establecido ésta otra relación, por lo que va a adoptar un comportamiento basado en tres fases:
La primera, y muy importante, consistirá en observar en qué sujetos del sexo opuesto se refugia su ex-amante, o bien quienes aprovecharán la situación para intimar rápidamente con éste. Dependiendo el grado hasta el que llegue la obsesión en esta fase, se acentuarán en mayor o menor medida las fases siguientes.
Pasada la primera, ya localizados los objetivos, comienza la segunda etapa; basada principalmente en la búsqueda de atributos negativos en dichas féminas, basándose en cualquier mínimo indicio no contrastado. Es frecuente escuchar palabras tan dulces como: Putas, golfas, guarras...
Por último, tenemos una fase en la que la lupus alfa, después de desesperados intentos de hundir a sus "rivales" (a ser posible dentro de su círculo social, donde se sentirá protegida), deberá resignarse a dejar escapar, del todo, a su antiguo compañero, posiblemente debido al inicio de una relación especial entre el macho alfa y alguna de sus enemigas. Ésto distinguirá este síndrome de la famosa actitud que caracteriza una frase muy conocida: "Eres como el perro del Hortelano".
Nota: No confundir este comportamiento, con el que adopta la hembra cuando hay o sigue habiendo un lazo afectivo entre ella y el macho alfa, lo cual se consideraría una relación interespecífica normal entre individuos, la competencia.
Nota: Este síndrome es también reconocible en algunos sujetos del sexo masculino, no obstante, por alguna razón desconocida, se aprecia en un 73% más en las mujeres que en los hombres. Estos datos no han sido del todo comprobados científicamente.
El fin de este artículo no es dañar la sensibilidad de la mujer, y por tanto el autor no se hace responsable en caso de que algún lector se pudiera sentir ofendido.
Es hora...
Después de pocas ganas y, sobre todo, muchas dudas acerca de mi colaboración en este blog; hoy me he levantado con la mente mucho más despejada, con ganas de expresar esas pequeñas cosas que ves, sientes, o simplemente se te ocurren; y que la mayoría de veces caen en el olvido o sólo tienes las oportunidad de compartir con unas pocas personas. En este último caso, debes sentirte afortunado, sin embargo, esta mañana me dije: "ya es hora de empezar", de publicar en este pequeño espacio todas esas inquietudes y pensamientos que a menudo causan una risa, tristeza, o como mínimo nos pueden hacer pensar aquello que nunca nos habíamos planteado.
Analizando esto, he caído en que, de los tres, soy el que menos ama la lectura, lo que seguramente denotará una menor calidad en mis artículos, la cual intentaré suplir con la pasión que poseo por explotar esa capacidad de nuestra razón de abstraer lo general, de las cosas particulares que percibimos (teoría aristotélica).
Con el tiempo espero aprender de mis compañeros, pero por ahora y sin más preámbulos, comenzará mi andadura en este blog con la única intención de expresar...
Analizando esto, he caído en que, de los tres, soy el que menos ama la lectura, lo que seguramente denotará una menor calidad en mis artículos, la cual intentaré suplir con la pasión que poseo por explotar esa capacidad de nuestra razón de abstraer lo general, de las cosas particulares que percibimos (teoría aristotélica).
Con el tiempo espero aprender de mis compañeros, pero por ahora y sin más preámbulos, comenzará mi andadura en este blog con la única intención de expresar...
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