Con frecuencia nos sentimos avergonzados después de expresar algo, ya sea una idea, un chiste, o cualquier sentimiento. Esto se manifiesta al notar que te miran como si hubieses perdido la cabeza, lo cual no implica necesariamente que nuestro chiste sea malo, o hayamos propuesto una locura (algo que ocurre con bastante frecuencia); pudiendo deberse al factor que nos ocupa explicar.
El punto de apoyo es la capacidad de un individuo para conseguir complicidad y/o seguimiento, ya sea en un momento preciso o permanentemente, en las personas de su alrededor.
El primer caso explica que haya días en los que todo lo que proponemos sea aceptado, e incluso anhelen que seamos nosotros quienes decidamos qué hacer, de qué hablar, etc.; incluso cuando estamos en un grupo extraño, tras ganarnos su simpatía, podríamos hacer el peor chiste que se nos ocurriese que como mínimo conseguirá una sonrisa (siempre que no ofenda). Por el contrario, habrá otros momentos en los que creeremos que han hecho un pacto para contrariar todos nuestros gustos, acciones e ideas; hasta el punto de tener que callarnos para esperar que pase un rato, acabe ese "complot" y poder continuar como miembro igualitario del grupo.
No obstante, hay personas que tienen un cierto poder sobre uno o más grupos concretos, poseyendo un apoyo permanente, por lo que son capaces de manipularlos a placer, sin embargo hay otras que provocan las risas y burlas de los mismos, teniendo que limitarse a ser un seguidor.
Ejemplo de ello se podría explicar el comienzo de esa expansión de elásticos en la pata del pantalón, a modo de imitación de estilo bombacho que utilizan los denominados "coyos" (coyas para el femenino en determinados lugares): Como es probable, esto no se les ocurrió a cientos o miles de personas a la vez, alguien tuvo la primera idea, y lógicamente se trataba de algún sujeto capaz de conseguir apoyo y convencer a su grupo de que esa idea era buena. Si de repente hubiera aparecido el "pringao" del grupo con el pantalón recogido posiblemente se habría llevado la colleja a la que acostumbra.
Esto se debe a un factor "psicoempático" que surge entre personas relacionadas, favoreciendo o perjudicando a uno o más individuos mediante una especie de complot no establecido.
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Dame un punto de apoyo y moveré el mundo.
ResponderEliminarLa capacidad de Abián respecto al punto de apoyo el ilimitada.
ResponderEliminarEn cuanto a los demás... procuremos reírnos de nuestros propios chistes y apasionarnos con nuestras propias ocurrencias, es más económico. xD
es ilimitada*
ResponderEliminarP.D: No logro poner un comentario bien aquí ni por asomo, joder.
No te pongas nerviosa, Arminda xD
ResponderEliminarUn buen artículo, todos conocemos ese fenómeno tan necesario en nuestro día a día pero nadie habla sobre él. La verdad es que es un alivio tremendo cuando alguien se rie de una parida que nos hace querer que la tierra nos trague. Nos hace sentirnos menos estúpidos...